
Hay una palabra que comienza por la letra ‘R’ que cada vez está más presente en la vida de los españoles y de los habitantes de todo el mundo. Nos referimos, cómo no, a ‘reciclar’, un método que tiene como objetivo proteger el medio ambiente, ahorrar energía, preservar nuestros recursos naturales, disminuir la contaminación, frenar la deforestación y, en definitiva, ayudar a cuidar nuestro planeta. El único que tenemos y que debemos mimar al máximo si no queremos destruirlo antes de que lo reciban de nuestras manos las próximas generaciones.
Las formas en las que cualquiera de nosotros puede contribuir al cuidado del planeta son muchas. Una de ellas es la que pasa por reciclar todos nuestros desperdicios por separado, colocando por un lado los restos orgánicos en la basura ‘normal’, en el amarillo los plásticos y envases, en el verde los vidrios, en el azul el papel y el cartón, en el de recogida de aceites el aceite usado, en los ecoparques los aparatos eléctricos y electrónicos y en las urnas de recogida de pilas y baterías estos elementos tan contaminantes.
Uno de los actos más beneficiosos para el medio ambiente que todos podemos llevar a cabo es el del reciclaje de cajas de cartón. Un elemento de los más habitual y cotidiano en nuestras vidas y que nos permite ahorrar 2 metros cúbicos en los vertederos, 140 litros de petróleo, 50.000 litros de agua y 900 kilos de emisión de CO2 por cada tonelada reciclada de este material reciclable y, en la mayoría de las ocasiones, también reciclado.
Cabe recordar que las cajas de cartón y los papeles que acumulamos en casa representan uno de cada cuatro restos que, en el caso del cartón, podemos llegar a darle siete vidas más tras un primer uso sin que en el proceso de reciclado se pierdan propiedades, calidad o resistencia de este tan agradecido material.
Aunque a aquellos que todavía no lo hacen les parece un mundo lo de dividir los residuos en distintos cubos de basura, lo cierto es que hacerlo no cuesta nada, máxime si tenemos en cuenta todos los beneficios que conseguimos con ello.
En el caso del papel y el cartón acumulado en el hogar, tan solo debemos acercarlo a los contenedores azules. En el caso de los desperdicios profesionales, podemos llevar las cajas de cartón y embalajes al contenedor azul o acercarlo en el caso de que contemos con grandes cantidades, a las plantas de tratamiento.
Allí, se triturará el cartón y el papel con agua, se calentará la mezcla, se compactará en busca de una pasta, se pasará por unos rodillos, se secará y se transformará en un nuevo cartón perfecto para ser usado de nuevo.
Ventajas de reciclar las cajas de cartón
Con el reciclaje de cajas de cartón ahorramos madera. Ya que para conseguir una tonelada de papel es necesario conseguir 3,3 toneladas de madera, un gasto que azota a nuestro planeta a través de la deforestación, con las consecuencias que esto tiene para muchos animales que habitan en los bosques que deforestamos.
Además, reciclando cajas de cartón también conseguimos ahorrar toda la energía que se gasta durante la tala y los procesos de fabricación de papel nuevo.
Por no hablar del impacto que tiene en la contaminación de agua y aire deforestar y fabricar papel nuevo.
Por otro lado, reciclando cartón liberamos espacio en los vertederos, reduciendo notablemente la cantidad de residuos acumulados en estos lugares.
No menos importante es la industria que vive del reciclado y de la transformación y comercialización de cajas de cartón reciclado o de papel ecológico.